Japón y Corea del Sur, dos literaturas asiáticas con proyección internacional


Un continente con poca permeabilidad a la influencia exterior, aunque con casos diferentes

Asia es, sin ninguna duda, el continente que en mayor medida se ha resistido a adquirir cuanta influencia ha recibido del continente que más se ha dedicado a ejercerla, Europa, y en el caso extremo de esa actitud se encuentran los estados que nunca han sido completamente colonizados por alguna potencia europea (es el caso de China, Japón, las dos Coreas o Mongolia, entre otros). Pero incluso dentro de ese grupo de países hay diferencias, ya que en la segunda parte del siglo XX Japón y Corea del Sur sí han abierto la puerta a Occidente, sin que por supuesto eso haya significado la renuncia a su cultura y sus tradiciones (Japón comenzó el acercamiento a las potencias occidentales desde el final de la Segunda Guerra Mundial, mientras que Corea de Sur tardó algo más, debiendo esperar hasta los años 80s).

Y, como no podía ser de otra forma, debido a que esa influencia ha derivado en una convergencia que tiene lugar a todos los niveles (económico, político, social, cultural, etc), el movimiento ha sido en ambas direcciones y a lo que se ha llegado es a un intercambio. Y así, no pocos contenidos culturales japoneses y surcoreanos han comenzado a circular, ponerse de moda y tener éxito en Occidente. Tras un proceso que comenzó en Japón con la expansión por Occidente de los contenidos culturales generados principalmente por Kurosawa en el ámbito del cine y por Mishima en el de la literatura, Japón y Corea del Sur son hoy en día exportadores de escritores, cineastas, cantantes y artistas. En este artículo prestaremos atención, como es habitual, al campo de la literatura.

Japón, escritores con reconocimiento mundial y éxito comercial

Si los bonsáis, el manga o el sushi han llegado a ser productos japoneses internacionalmente conocidos y consumidos, no le anda a la zaga la literatura, y es que lo que en los últimos años está experimentando la literatura japonesa es un auténtico boom a lo largo y ancho de todo el mundo. Abundan las editoriales que publican títulos de autores japoneses, aparecen algunas que solo publican a escritores de esa nacionalidad y hay autores nipones de calidad literaria, prestigio y éxito comercial muy elevados.

Después del ya mencionado boom inicial protagonizado principalmente por Yukio Mishima, novelista, ensayista y poeta que es considerado uno de los más relevantes escritores japoneses del siglo XX, ha tomado el testigo Haruki Murakami, que también se ha prodigado en diversos géneros y que ha estado en varios de los últimos años entre los favoritos a ganar el Nobel de Literatura. Pero ni mucho menos ha sido el único autor nipón que ha adquirido relevancia internacional, ya que le acompañan escritores como Kyoichi Katayama (que también ha alcanzado un notable éxito de ventas en Occidente), Hiromi Kawakami (algunas de cuyas novelas han tenido que ser reeditadas en varias ocasiones) o Tamiki Hara (que ha escrito sobre todo sobre el desafortunado episodio de la bomba de Hiroshima). Y, visto el éxito, las editoriales también han apostado por la reedición de clásicos como Soseki o Kawabata, además de Mishima.

Corea del Sur, literatura para proyectar al país al exterior

Distinto es el caso de la literatura de Corea del Sur, ya que no solo su proceso de expansión está siendo más tardío, sino que además aún no está cerca de alcanzar las cotas de reconocimiento y de consumo en masa al que sí han ya accedido los escritores japoneses. Sin embargo, los nombres de autores surcoreanos comienzan a ser frecuentes en las editoriales occidentales y son claras las similitudes con la evolución que la literatura japonesa experimentó hace unos lustros (y, como en el caso nipón, también se exportan otros contenidos culturales como películas, música pop e incluso telenovelas).

Se puede decir que a la cabeza de las letras contemporáneas surcoreanas está la autora Han Kang, algunas de cuyas novelas ya han sido traducidas a varios idiomas y está en los anaqueles las librerias de no pocos países europeos y norteamericanos. Después, han seguido sus pasos otras figuras literarias como las de Choi In-hun (novelista y dramaturgo cuyas obras se estudian en la enseñanza coreana), Eun Hee.Kyung (cuyas novelas tienen tintes autobiográficos), Lee Seung-u (con libros de una fuerte carga simbólica) o Woo Myung (con obra muy orientada a la espiritualidad). Todos ellos son autores que pretenden mostrar al mundo cómo es la Corea del Sur actual, sin por supuesto olvidar hacer referencias a los duros momentos que el país ha atravesado en las últimas décadas.



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