La literatura de los pueblos bereberes del norte de África


Identidad cultural de una amplia región incluso en la actualidad

Antes de que el pueblo árabe, ya casi en la última etapa de su período expansionista –a finales del siglo VII-, conquistase el territorio del Magreb, este era habitado por un pueblo que, no obstante su asimilación por parte de los árabes, aún hoy forma parte de la identidad cultural de los países del norte de África en los que está presente (Marruecos y Argelia principalmente, aunque también Túnez, Libia, Egipto y Mauritania). Y este pueblo no es otro que el bereber, que, no obstante esa identidad común, presenta cierta diversidad étnica y lingüística en su presencia a lo largo y ancho de esa amplia región, y pueblos que pueden resultar familiares en Occidente como entes diferenciados –como los tuaregs saharianos o los guanches canarios- son, en realidad, bereberes (se estima que existen entre 30 y 40 millones de bereberes en todo el territorio norteafricano). También existe diversidad en cuanto al grado en el que lo árabe consiguió despojar de su esencia a lo bereber, pues hay sub-regiones que han conseguido mantenerse más aisladas de esa influencia. La identidad cultural bereber, y dentro de ella su literatura, vive en la actualidad, además, un auge originado por los esfuerzos que desde distintas esferas se están haciendo para impulsar su identidad y su presencia en las sociedades de los mencionados países. Y, como no podía ser de otra forma dado la elevada presencia de los bereberes en la sociedad, algunos de los más célebres escritores de la literatura contemporánea son de origen bereber –tal vez el mejor ejemplo sea el célebre escritor marroquí Mohammed Chukri-.

Diferentes tendencias en función de la fuerza de la influencia árabe

Las primeras formas literarias de los bereberes fueron, como en el caso de muchos otros pueblos y civilizaciones, orales, y eran transmitidas por personas especialmente dedicadas a esa tarea. Existen una serie de rasgos comunes a todas las literaturas orales bereberes, siendo los principales los de la dureza y el dramatismo que solían estar presentes en las historias –que en muchos de los casos eran trágicas y violentas-, la relevante presencia del verso, el hecho de que solían manifestar los lazos o relaciones entre distintos grupos humanos, que estaban protagonizados por héroes o heroínas con cierta personalidad, y que solían contar con la presencia de seres sobrenaturales como los ogros y los djinns o duendes.

Después, existían diversas variantes o tendencias regionales, que diferían por ejemplo –y entre otros aspectos- en la caracterización de los héroes protagonistas de las historias. Así, por ejemplo, en la parte occidental del territorio magrebí –Marruecos-, los héroes solían tener ciertos rasgos (infancia humilde, desconfiados por naturaleza, fuerte carácter, astutos, etc), mientras que en la parte oriental –Argelia- los rasgos consistían más en una sólida formación intelectual, un carácter noble, el mayor desapego a su medio y a su gente, etc. La diferencia se debe a la mencionada disparidad de fuerza de la influencia de lo árabe, mayor en el Magreb oriental, debido a lo cual ese modelo de héroe presenta más similitudes con el que está presente en  los cuentos e historias árabes.

Un género propio que muestra la personalidad de las distintas regiones

Más allá de la presencia de las dos tendencias mencionadas en la sección anterior, existe una amplia variedad de estilos, géneros, temas y matices literarios entre los distintos –ya se ha comentado que son muchos- pueblos. Un buen ejemplo de esa variedad regional lo constituye el género conocido como izli, que es autóctono de la región argelina de Kabilia y que consiste en poemas de temática sentimental –o incluso erótica- con otros componentes como el de la crítica social o como el de la mitología característica de su pueblo. Los izli solían ser breves –de dos a cuatro versos-, contaban con una rima interna o final, casi siempre trataban sobre historias amorosas reales y sus autores eran, en la mayoría de las ocasiones, desconocidos.

Se trata solamente de un ejemplo que sirve para ilustrar, no solo la fuerte personalidad bereber, sino también la amplia variedad que lo bereber presenta, dentro de su seno, en lo étnico, en lo lingüístico y en lo literario, dentro del territorio por el cual ese pueblo está extendido y asentado.



Comparte el artículo en las redes sociales