La tradición oral en los desiertos más inhóspitos del mundo


Pobladores de los desiertos más inhóspitos del planeta

En ninguno de los desiertos del mundo son fáciles las cosas, pero sí hay dos regiones áridas que son especialmente complicadas, estas son el Desierto del Sáhara y el Desierto Arábigo. Si solo tenemos en cuenta los desiertos que frecuentemente vienen a la mente cuando se utiliza esa palabra, es decir, los de arena, (no hay que olvidar que los espacios cubiertos por hielo del Ártico y de la Antártida también son desiertos), el Desierto del Sáhara es el más grande de todos ellos con más de nueve millones de kilómetros cuadrados y el Desierto Arábigo tiene dentro de su territorio el sub-desierto  de Rub al Khali -que es una de las porciones de terreno más áridas e inhóspitas del mundo- y además es el segundo en tamaño después del Sáhara.

Diversos pueblos se han desenvuelto en tan cruel medio, pero dos de ellos han destacado por encima de los demás por su mayor presencia, y consecuencia directa de esto, su mayor protagonismo en el imaginario del mundo entero en lo que se refiere a la vida en el desierto. Y estos pueblos no son otros que los beduinos, con presencia originaria en el Desierto Arábigo y con posterior expansión por el continente africano, y los tuaregs, una sub-etnia dentro de la más amplia de los bereberes, que desde el principio han ocupado los desiertos del norte de África. Este artículo intentará explorar algunos aspectos de la literatura de ambos pueblos.

Beduinos, amor por la poesía y un género que enlaza con lo musical

Los beduinos, cuya denominación significa literalmente “moradores del desierto”, son árabes nómadas que habitaban principalmente los territorios menos fértiles de la Península Arábiga y que, con las conquistas árabes, se expandieron por África, principalmente por el norte, aunque también por países más meridionales como Sudán, que de hecho es el país actual que mayor población beduina tiene dentro de su territorio.

En lo literario, si por algo ha destacado a lo largo de los siglos el pueblo beduino ha sido por su aprecio de la poesía y de la elocuencia o capacidad de expresión en público de forma elegante, disciplinas ambas que han ayudado a preservar su memoria colectiva como pueblo. Muchas de las historias que se transmitían mediante esos formatos estaban –y siguen estando, puesto que su tradición oral sigue viva- por los espíritus y genios que forman parte de su sistema de creencias y tradiciones y por los animales que han estado muy presentes y han sido relevantes en su modo de vida. Un ejemplo es la conocida como “Leyenda de la creación del caballo”, que según la historia habría sido creado por Dios ante las quejas por su mala suerte de un beduino al que el ser superior termina otorgándole las cualidades de diversos animales y de diversos elementos de la naturaleza –como el viento- que, todas juntas y combinadas, formaron la criatura que es el caballo de raza árabe. Estableciendo lazos con lo musical, ha sido relevante también el género conocido como Al-Taghrooda, una poesía cantada que a lo largo de los siglos ha servido a los jinetes para distraerse y para estimular a los caballos que montan y que también se ha utilizado en otros eventos y actividades como las carreras de camellos, las fiestas tribales o la mera ejecución de las tareas cotidianas por parte de las mujeres (se trata de poemas cortos, a veces improvisados y que con frecuencia se utilizan para que dos grupos de personas se vayan contestando entre sí).

Tuaregs, el cuento y la poesía como medio de alcanzar prestigio

Los tuaregs, también conocidos como imuhars o kel tamasheq, son un pueblo bereber que cuenta con una escritura y un idioma propios y que en la actualidad pueblan territorios desérticos de Argelia, Libia, Níger, Mali, Mauritania y Burkina Faso. Históricamente ha sido un pueblo nómada dedicado a la actividad comercial, aunque en los últimos tiempos su modo de vida está cambiando debido a los avances en los medios de transporte y en otros ámbitos y aspectos.

En lo referente a su literatura, merece la pena destacar que, a pesar de la presencia de un sistema de escritura, esta se ha utilizado tradicionalmente para formatos cortos como el mensaje rápido o la señal que se usaba para dejar rastros en el desierto, pero que la literatura se ha transmitido de forma oral a lo largo de los siglos. Como en el caso del pueblo beduino, ha sido muy valorada la elocuencia y tenido un papel protagonista la poesía, que trata sobre un amplio abanico de temas, como el amor, la cría del ganado, los viajes a través del desierto, la artesanía en la que se trabajaba o los enfrentamientos con otros pueblos del desierto (se trataba de poemas que eran recitados en fiestas y veladas, antes de que se procediese a una rigurosa evaluación de la calidad de cada uno de ellos, llegando a alcanzar los mejores recitadores un notable prestigio en todo el mundo tuareg). Más allá de la poesía, el pueblo tuareg ha tenido tal vez una mayor variedad de géneros que el beduino, ya que también han producido formas literarias como el proverbio o como el cuento. Este último puede clasificarse en función del tema tratado (los hay maravillosos, cómicos, de animales, etc), suele contar con una enseñanza o moraleja y es generalmente transmitido en reuniones nocturnas por parte de todo aquel que quiera atreverse a hacerlo (como en el caso de la poesía, se genera un interesante juego alrededor de la pura manifestación literaria, por ejemplo con unos rituales determinados en lo que concierne a la relación entre el cuentista y la audiencia).



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