Manifestaciones literarias de los almorávides y los almohades


Civilizaciones destacadas en el norte de África

No suelen venir a la mente los períodos de protagonismo de los pueblos conocidos como almorávides y almohades cuando se piensa en las grandes civilizaciones del continente africano, llevándose como se suele llevar las atenciones la que floreció en el Antiguo Egipto, y tampoco se suelen tener en cuenta esas etapas cuando se recuerdan los momentos de mayor esplendor del mundo islámico, ya que antes se suele pensar en los períodos en los que todo giró alrededor de los omeyas –con centro de poder en Damasco- o de los abbasíes –con capital en Bagdad-. Pero entre los siglos XI y XIII adquirieron protagonismo estos dos pueblos, en realidad grupos nómadas bereberes que dominaban el norte de África y que fueron reclutados como soldados     –aunque también llevaban a cabo actividades propias de monjes- por las taifas de Badajoz y de Sevilla. Almorávides y almohades desarrollaron civilizaciones que tuvieron una notable influencia en el vecino territorio de Al Andalus (e incluso más allá dentro del territorio de la Península Ibérica) y que, como en cualquier otro ámbito que se pueda imaginar, hicieron interesantes contribuciones en el literario.

Almorávides, poesía de distintos géneros y varios nombres relevantes

Los almorávides eran, como se señalaba anteriormente, un grupo de monjes-soldados salidos de grupos nómadas del Desierto del Sáhara que abrazaron una interpretación rigurosa del Islam. Trataron de dominar y controlar grandes extensiones de territorio de la parte más occidental de lo que en aquel momento era el mundo musulmán, en concreto en zonas que hoy constituyen parte de los estados de Marruecos, Argelia y Mauritania, así como la mitad sur de la Península Ibérica (consiguieron dominar esos territorios imponiéndose a las comunidades bereberes que tenían el control hasta ese momento, conocidas como cenetes). Los almorávides practicaron una variante única del Islam conocida como sunismo malikí, separada de otras por aspectos jurídicos principalmente, y aunque experimentaron una rápida expansión, también vieron cómo la decadencia les asaltaba en un breve período de tiempo.

En lo que concierne a la literatura, merece la pena destacar el alto grado de protagonismo que la poesía alcanzó en las letras almorávides, con espacio para géneros como el zéjel (una forma poética que constaba de un estribillo de un verso y de estrofas de una media de tres a cinco versos cortos rimados), la  moaxaja (que en cambio consistía en poemas con estrofas de un limitado número de versos cortos con rimas variadas, aunque generalmente con una estrofa final destinada a la presentación de un lamento amoroso femenino) y las conocidas, por su temática, como poesía obscena y poesía de la evasión. Además de esas formas poéticas también se desarrollaron trabajos literarios de otras clases, algunos incluso entrando en el terreno de lo científico, como no podía ser de otra forma en una comunidad tan preocupada por el conocimiento –sobre todo en sus épocas de mayor esplendor- como era la islámica. Entre los nombres propios destacados, se pueden mencionar el de Ayyad ben Moussa (cuya obra incluye poemas, biografías de malikíes eminentes, trabajos científicos y manuales de diferentes ámbitos o temáticas), el de Ibn Bayya (también conocido como Avempace y que también se dedicó a distintos géneros y temáticas), el de Ibn al-Arif (que fue influido por autores sufíes orientales y que además de sus poemas dejó por ejemplo una crónica de un viaje a Marrakech) o el de Ibn Barrayan (que pudo ser maestro de Ibn al-Arif y que fue un gran estudioso del hadiz, los dichos y acciones de Mahoma que fueron relatadas por las personas que le rodeaban y que le sucedieron).

Almohades, protagonismo del madih y espacio para otros géneros

Los almohades aparecieron en el actual Marruecos como respuesta a la apertura religiosa que sus predecesores, los almorávides, estaban experimentando. Desde su llegada, fueron pasando por las distintas fases de la expansión, el apogeo y la decadencia, antes de terminar desapareciendo como civilización primero en Al Andalus y después en el Magreb (la caída, como la de los almorávides, se produjo de manera brusca). Los almohades tuvieron el apoyo de diversas tribus bereberes –una de las cuales era la de los cenetes, anteriormente derrotada por los almorávides-, y unas y otras se fueron alternando en el poder en las distintas etapas por las que atravesaron. Como los almorávides, tuvieron su capital en distintos lugares del norte de África,  e ideológicamente apostaban por la escuela jurídica zahirí.

En lo que se refiere al ámbito literario, merece la pena comenzar diciendo que, como en el caso de sus predecesores, es la poesía el género literario predominante. Y más concretamente, fue el madih (en realidad un panegírico o elogio que tenía diversos destinatarios –incluso a veces se dedicaban a uno mismo- y que podían tener la doble finalidad de ensalzar o de satirizar a las personas a las que se refería) el subgénero más destacado. Junto a él, tuvieron protagonismo otros subgéneros como la poesía amorosa (que tuvo cierta variedad e incluso incluyó entre su temática la homoerótica) o como la poesía mediante la cual los almohades intentaban contribuir a la yihad (bien sea contra los almorávides o contra los cristianos). Y no obstante esa hegemonía del verso, también hubo espacio para otras formas literarias como la maqama (consistente en narraciones cortas acerca de personajes ingeniosos que tratan de buscarse la vida como pueden), las biografías o las obras históricas. En lo que se refiere a las figuras más destacadas, merece la pena mencionar a Averroes (en realidad el nombre adaptado al castellano de Abu al Walid Ahmad ibn Mohamed ibn Rusd, un filósofo y científico de notable influencia en su tiempo y en el posterior en el conocimiento de la humanidad), Ibn al Arabi (que escribió poesía erótico-mística y biografías de sufíes), Mohamed ibn Iyad (que destacó en el mencionado subgénero de la maqama), Ibn Sahib al Salá de Beja (que escribió una historia de los almohades) o Ibn Baskuwal (que sobresalió en el género biográfico).



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