Mitos y leyendas eslavos en las distintas regiones de Europa


Un pueblo que habita en buena parte del continente europeo

Los pueblos eslavos, ya mencionados por el geógrafo griego Claudio Ptolomeo como slavanoi y por el escritor romano Plinio el Viejo como venetos, constituyen el grupo etno-lingüistico más extenso de Europa, lo cual es resultado del proceso de expansión que llevaron a cabo a partir del siglo VI desde el lugar que originariamente ocupaban, al norte de la cordillera de los Cárpatos (aunque existe considerable debate, e incluso coexisten varias hipótesis, acerca del origen real de los pueblos protoeslavos). Tras la caída del Imperio Romano experimentaron una explosión demográfica que tuvo como principal consecuencia el traslado de gran parte de sus contingentes por el largo y el ancho del territorio europeo. Uno de los centros de poder de mayor relevancia lo constituyeron en Kiev, desde donde, a partir del estado conocido como la Rus de Kiev, y antes de mover el centro de poder a Moscú buscando un lugar más alejado de las estepas y por tanto más seguro, comenzaron a perfilar las bases maestras del estado que hoy es Rusia. Pero ni mucho menos fue esa la única dirección que tomó la expansión, y en la actualidad se consideran poblados mayoritariamente por eslavos los países europeos de Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Polonia, Bulgaria, República Checa, Eslovaquia,, Serbia, Croacia, Eslovenia, Bosnia Herzegovina, Montenegro y Macedonia del Norte (algunas fuentes consideran también a Albania como parte de los estados eslavos).

Primeros testimonios escritos protoeslavos

La “Crónica Primera” podría ser el primer documento escrito elaborado por los propios eslavos o por pueblos asimilables a ellos (antes, historiadores griegos, romanos y bizantinos habían hecho algunas recopilaciones de su historia y de su mitología); se cree que fue redactada a principios del siglo XII –aunque contiene fragmentos de documentos más antiguos- y consiste principalmente en interesantes referencias a las creencias paganas que en ese momento los pueblos eslavos atesoraban. En el texto hacen acto de presencia, y acumulan un notable protagonismo, Perún y Veles, los dos principales dioses del panteón eslavo, y también se mencionan acontecimientos históricos y elementos relevantes de la que comenzaba a ser la cultura eslava.

Pero, no obstante esa primera aportación de los eslavos que se asentaron más al Oriente los documentos escritos más numerosos y ricos fueron generados en el seno de las comunidades de eslavos occidentales, y entre ellos destacan obras como la “Crónica de Tietmaro de Merseburgo” (que principalmente se dedica a describir un templo y un lugar sagrados para los eslavos) y la “Crónica de los eslavos”, escrita por Helmold, y en la que se habla acerca de algunos de los principales dioses y demonios en los que creía la comunidad.

Principales formas literarias del folclore y la mitología de los eslavos

Pero más allá de esos primeros testimonios escritos, e incluso desde antes que estos llegaran, el pueblo eslavo siempre ha sido prolífero en la creación de formas y manifestaciones literarias de diversa índole. Desde el principio contaban con un importante núcleo de canciones populares y cuentos, muchos de los cuales tomaban parte en los rituales y  festividades de carácter pagano que los eslavos practicaban antes de su conversión al Cristianismo.

Una de las formas literarias que más abundaban eran los cuentos de hadas, que estaban protagonizados por héroes legendarios y por personajes fantásticos –como espíritus, demonios, vampiros o pájaros proféticos- que en cualquier caso mostraban mucha variabilidad entre las distintas zonas geográficas que los eslavos ocupaban (incluso variaba la propia consideración que algunos de los personajes tenían, ya que por ejemplo el ya mencionado dios principal Perún adquiría una categoría de personaje baja en la región de Rusia y Bielorrusia). Además de los cuentos de hadas, y en un momento posterior, destacaron los que podrían denominarse relatos históricos, que hablaban de personajes relevantes de la historia eslava y relataban acontecimientos como la fundación de una determinada tribu (de nuevo, hay variabilidad en función de la región, y entre todas las variantes destacan las bylinas rusas) -merece la pena destacar que algunos de esos relatos adquirían la forma de poemas-. Más allá de las formas literarias que más estaban presentes, es interesante mencionar algunos otros aspectos de esa literatura oral eslava, como el hecho de que en ella aparecían ideas y conceptos relevantes para el conjunto de los pueblos eslavos (uno de ellos es el concepto cosmológico del árbol del universo o de la vida, que crecería en el centro del universo y cuyas partes –la copa, el tronco y las raíces- representaban el mundo de los dioses, el de los mortales y el de los muertos respectivamente) o que estaban poblados por la presencia de una gran variedad de divinidades (algunos eran dioses principales, como Perún y Veles y otros eran deidades menores que estaban relacionadas con aspectos concretos como la fertilidad, la vegetación, el sol, la luz o el cielo).

Con la llegada del Cristianismo, esas manifestaciones literarias se degradaron y llegaron a ser tradiciones sin demasiado arraigo o supersticiones, si bien eso no impidió que siguiesen transmitiéndose entre generaciones, eso sí ya en buena parte mezclados con elementos de la religión cristiana.



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